Después de que la Corte Suprema de Brasil habilitara la detención de Luiz Inácio Lula da Silva, el juez federal Sergio Moro le dio un ultimátum: el ex mandatario de Brasil tiene hasta el viernes para entregarse ante la Policía Federal en Curitiba, en donde se investigó la Operación Lava Jato. El líder del Partido de los Trabajadores había sido condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
En caso que Lula no se presente, Moro aclaró explícitamente que no se utilicen esposas en su detención.
La Corte Suprema de Brasil dejó hoy a Da Silva a un paso de la prisión tras rechazar un recurso de "habeas corpus" con el que el ex presidente intentaba evitar ir a prisión por una condena por corrupción.
Los 11 jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) se decantaron en la madrugada de hoy (hora brasileña) con un voto muy ajustado de 6-5 contra el recurso de Lula, tras una maratónica jornada de casi 11 horas en la sede del tribunal en Brasilia. La sesión comenzó a las 14 horas del miércoles y se cerró poco antes de la 1 de la mañana.
Con el fallo, el STF abrió la puerta a que la Justicia pueda decretar ya en los próximos días un encarcelamiento de Lula por una sentencia a más de 12 años de cárcel a la que fue condenado en enero. El ex mandatario es a la vez el principal favorito para las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Lula ya está en teoría automáticamente inhabilitado para ser candidato por la ley de "Ficha Limpa"("expediente limpio"), aunque una corte electoral debe dar un veredicto oficial. Eso ocurrirá previsiblemente en agosto, cuando se inscriban las candidaturas.
Popularidad
Lula sigue siendo muy popular entre las clases pobres debido al éxito de los programas sociales de sus dos Gobiernos y alcanza hasta el 36% de los apoyos en los últimos sondeos electorales. Al mismo tiempo, un 40% de los votantes manifestan su rechazo al ex líder obrero por sus escándalos de corrupción.
Lula fue condenado en 2017 a nueve años y medio de cárcel en primera instancia por cargos de que aceptó la reforma de un apartamento de la constructora OAS a cambio de favorecer a la firma en sus negocios con Petrobras. La petrolera estatal está en el centro de los escándalos de "Lava Jato", la megacausa sobre corrupción política que sacude al gigante sudamericano desde hace años.
Un tribunal de apelación confirmó la sentencia contra Lula en enero y aumentó la pena a 12 años y un mes. Al mismo tiempo, la corte abrió la puerta a que el ex mandatario, que puede hasta ahora apelar en libertad pueda ser encarcelado una vez que el caso sea cerrado en esa instancia. (TN - DPA)